Este plan de acción se enfoca en asegurar la dominancia global de EE. UU. en inteligencia artificial (IA) a través de tres pilares: innovación, infraestructura, y diplomacia y seguridad internacional. Publicado el 31 de julio de este año 2025.

Este estudio explora cómo la inteligencia artificial (IA) en la administración pública afecta la percepción del público sobre el control y la confianza. Los autores conceptualizan la adopción de la IA como un problema de principal-agente, identificando tres tensiones clave: Evaluabilidad: La dificultad para entender cómo la IA toma decisiones debido a su opacidad. Dependencia: La erosión de la experiencia humana y la reversibilidad limitada de la delegación de tareas a la IA. Impugnabilidad: La falta de mecanismos claros para desafiar las decisiones de la IA. A través de un experimento de encuesta factorial en el Reino Unido, se descubrió que, si bien las ganancias de eficiencia iniciales de la IA pueden aumentar la confianza, simultáneamente reducen el sentido de control percibido por los ciudadanos. Cuando se destacan los riesgos estructurales (dependencia, impugnabilidad, evaluabilidad), tanto la confianza institucional como el control percibido disminuyen drásticamente. Esto sugiere una dinámica de "fracaso por éxito", donde los beneficios a corto plazo pueden ocultar riesgos a largo plazo para la legitimidad democrática. El estudio enfatiza la necesidad de que los formuladores de políticas aborden de manera transparente los riesgos de la delegación de la IA para mantener la confianza pública.